15 junio 2010

Revista Digital Copos de Nieve Nº 26 - Junio 2010


Reapareció "Copos de Nieve", ahora en formato de revista digital, con más páginas y mucha información sobre el Uruguay y su actividad antártica.

En este número destacamos:

Seminario: La Antártida como política de Estado
XXXIII ATCM: Reunión Consultiva del Tratado Antártico en Punta del Este 2010
Investigar en el hielo: Científicos de la Facultad de Ingeniería cuentan sus experiencias
Marosa la foca curiosa: Fútbol en la nieve
Club de Ciencia: Comenzó sus actividades

Lo invitamos a leer la Revista en línea o descargarla desde aquí

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COPOS DE NIEVE
Nº 26 - Junio 2010
Revista Digital de la Asociación Civil Antarkos - Apoyamos a Uruguay en la Antártida - ISSN 2074-8574
Segunda época

Diseño gráfico y edición: Waldemar Fontes
Editor responsable: Oscar Otero
Asociación Civil Antarkos
Fundada el 7 de octubre de 1999
personería jurídica 8439.
www.antarkos.org.uy

12 junio 2010

El Club de Ciencia de la Asociación Antarkos, ya está funcionando a pleno.

Montevideo - 12 de Junio 2010



Un grupo de chicos de primer y segundo año de liceo, han conformado el Club de Ciencia "Antartikos".

El Club de Ciencia fue organizado por la Asociación Antarkos y el Instituto Antártico Uruguayo y es orientado por la Lic. Mariela Di Cristófaro.

El grupo se reúne los días miércoles y han comenzado a organizar sus actividades y el proyecto que presentarán a la feria departamental de clubes de ciencia de Montevideo.



El Club de Ciencia Antartikos, con su orientadora, la Lic. Mariela Di Cristófaro durante una actividad práctica en el laboratorio.

ver más información sobre esta actvidad
Asociación Antarkos, Apoyamos a Uruguay en la Antártida

10 junio 2010

Se crea Comisión Especial para informar, proyectar y eventualmente legislar sobre los intereses uruguayos en la Antártida

DIARIO DE SESIONES DE LA CÁMARA DE REPRESENTANTES
NÚMERO 3641 MONTEVIDEO, MIÉRCOLES 12 DE MAYO DE 2010
13ª SESIÓN
PRESIDE LA SEÑORA REPRESENTANTE IVONNE PASSADA (Presidenta)

Extracto (Página 41)
26.- Comisión Especial para informar, proyectar y eventualmente legislar sobre los intereses uruguayos en la Antártida. (Creación).

Dese cuenta de una moción de orden presentada por los señores Diputado Aníbal Pereyra, Caram, Pablo Abdala, Radío y Amy.

(Se lee:)

"Mocionamos para que se conforme una Comisión Especial para informar, proyectar y eventualmente legislar sobre los intereses uruguayos en la Antártida, integrada por cinco legisladores, con plazo hasta el fin de la Legislatura".

——En discusión.

Si no se hace uso de la palabra, se va a votar.
(Se vota)
——Setenta y dos en setenta y tres: AFIRMATIVA.

09 junio 2010

Investigadores de la Facultad de Ingeniería, cuentan su experiencia en la Antártida

INFORME CENTRAL: Antártida - Investigar en el hielo
Publicado en la Revista Enlaces de la FUNDACIÓN RICALDONI
Facultad de Ingeniería - Edificio Anexo
Julio Herrera y Reissig 565 - Montevideo, Uruguay C.P: 11300
Tel: 712 46 91
www.enlaces.fing / número 4 / mayo 2010 – Páginas 19 a 22


Buscar microorganismos antárticos con aplicaciones a nivel industrial y biotecnológico, como enzimas y Omega 3, es lo que se propone un grupo de investigadores del departamento de Bioingeniería del Instituto de Ingeniería Química (Facultad de Ingeniería - Universidad de la República). A partir de este proyecto, que desarrolla junto al Instituto Antártico Uruguayo, ya se creó un banco con más de 500 cepas como forma de contribuir a la conservación ex situ -fuera de su hábitat natural- de la diversidad microbiana.

El proyecto que desarrolla un grupo de investigadores del departamento de Bioingeniería del Instituto de Ingeniería Química (IIQ) de la Facultad de Ingeniería (Universidad de la República) en conjunto con el Instituto Antártico Uruguayo se remonta al año 2006, cuando fue presentado por la ex directora y grado 5 del departamento, Hermosinda Varela.
“Mantenemos más de 500 cepas antárticas en condiciones viables, a -70 grados, lo cual significó un año de trabajo. La construcción y mantenimiento de esta colección de cultivos representa un recurso genético de incalculable valor. Este banco permite que alguien que tenga interés en estudiar determinada cepa pueda acceder a ella”.

“Le pareció muy interesante la idea de trabajar en bioprospección en la Antártida: la búsqueda de microorganismos con aplicaciones a nivel industrial y biotecnológico. Nos presentamos a un llamado a proyecto del Instituto, conseguimos la aprobación y a partir de ahí comenzamos a trabajar”, sostiene la jefa del proyecto, Lyliam Loperena, quien trabaja en él junto a tres investigadores del departamento y Sandra Lupo, de la sección Micología.
El Instituto Antártico promueve la investigación en la Antártida. Para esto, involucra a investigadores y proyectos de alta calidad. En particular, les brinda soporte en la parte logística y operativa del traslado a la base y la coordinación de las actividades.
En 2007, los investigadores del departamento de Bioingeniería presentaron un proyecto de Innovación y Desarrollo (I + D) a la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC). El mismo fue aprobado y gracias a él obtuvieron financiamiento por dos años. “Eso fue un gran impulso al proyecto, ya que hasta ese momento financiábamos la investigación con fondos propios. Se logró comprar los equipos y los insumos para poder realizar la identificación molecular de los microorganismos. También se contrató por un año y medio a un ayudante que luego quedó trabajando en el proyecto”, señalan las investigadoras.

Hasta el momento realizaron cuatro viajes a la Antártida. En diciembre de 2006 viajaron por primera vez y tomaron muestras de materia orgánica, agua (dulce y salada) y aire en diferentes zonas de la isla Rey Jorge. En el segundo viaje, realizaron un recorrido en barco para tomar muestras de otras islas y de la península.
A partir de las muestras relevadas en los dos primeros viajes, los investigadores formaron un banco de cepas. “Mantenemos más de 500 cepas antárticas en condiciones viables, a -70 grados, lo cual significó un año de trabajo. La construcción y mantenimiento de esta colección de cultivos representa un recurso genético de incalculable valor. Este banco permite que alguien que tenga interés en estudiar determinada cepa pueda acceder a ella”, destaca Loperena.
Las lipasas se encuentran en una gran variedad de seres vivos. Su principal función es disgregar las grasas a sus componentes más simples: ácidos grasos y glicerol. Por ese motivo, a nivel industrial se utilizan para el desengrasado del cuero en las curtiembres, la degradación biológica de efluentes, la fabricación de detergentes que actúan a temperatura ambiente, la manufactura de quesos, cerveza y vinos, entre otras aplicaciones.
“Hicimos un screening y a partir de más de 100 microorganismos que encontramos en la Antártida seleccionamos aquellos que pre-sentaron mayor actividad de lipasa: una bacteria, Psychrobacter sp., y la levadura Trichosporon pullulans. Actualmente estamos estandarizando sus condiciones de producción”, resalta Lupo.
Los investigadores se proponen continuar con el estudio de estas enzimas pero agregaron un objetivo al proyecto: buscar microorganismos que produzcan ácidos poliinsaturados –también llamados PUFAs– como los Omega 3, ácidos grasos no saturados que el cuerpo humano no puede producir, por lo tanto deben ser incorporados a través de los alimentos, fundamentalmente del pescado.
“En el tercer y cuarto viaje vimos que empezaba a tener mucho interés la posibilidad de buscar microorganismos que produjeran los Omega 3”, afirma Loperena y agrega que “actualmente existe un interés creciente por la producción de estos compuestos por sus pro-piedades benéficas para la salud humana: reducción del colesterol en sangre, su influencia en el desarrollo del sistema nervioso, en funciones digestivas y en procesos infamatorios, entre otros”. Por ese motivo, se enfocaron en estudiar cepas que producen ácidos grasos poliinsaturados a bajas temperaturas como forma de adaptación al medio.
El Tratado Antártico, firmado en 1959, regula las relaciones entre los Estados en las materias relacionadas con la Antártida.
Entre otros aspectos, establece la utilización del continente exclusivamente para fines pacíficos, prohíbe el establecimiento de bases militares, la realización de maniobras, el ensayo de armas, las explosiones nucleares y la eliminación de desechos radiactivos. También promueve la libertad de investigación científica y cooperación internacional.
Además, se firmaron convenciones para la reglamentación de la caza de ballenas (1937), la conservación de las focas antárticas (1972), los recursos vivos marinos (1980) y la regulación de las actividades sobre recursos minerales antárticos (1988).
Por su parte, el Protocolo de Protección Ambiental o de Madrid, firmado en 1991, amplía el Tratado y designa a la Antártida como una “reserva natural dedicada a la paz y a la ciencia”. Cuenta con cinco anexos: evaluación de impacto sobre el medio ambiente, conservación de la flora y la fauna antárticas, eliminación y tratamiento de residuos, prevención de la contaminación marina y sistema de áreas protegidas.
A partir del mismo se creó el Comité para la Protección del Medio Ambiente (CPA), que se encarga de promover las medidas y recomendaciones para minimizar el impacto ambiental en el territorio. El Comité se reúne todos los años en ocasión de la Reunión Consultiva del Tratado Antártico, que este año se realizó del 3 al 14 de mayo en Punta del Este.
A esta reunión acudieron los miembros adherentes al tratado, organizaciones observadoras, ambientalistas y de turismo antártico. En la misma se trataron temas legales, políticos, de turismo y ambientales: desde el impacto que puede tener una base y cómo tienen que ser sus desechos hasta cuánto se puede permitir a los turistas que se acerquen a los animales.

“Las investigaciones tienen que desarrollarse en un marco especial. Si se quieren tomar muestras en zonas declaradas ambientalmente protegidas o manejadas, el Instituto tiene que autorizarlo y verificar que no se dañe el medio ambiente”.
Una fuente alternativa de Omega 3 es el krill, un crustáceo que está en la base de la cadena alimentaria de los organismos de los mares del sur. “Se está realizando una gran explotación del krill antártico con estos objetivos. Si uno consiguiera una fuente alternativa de producción de Omega 3, su sobreexplotación disminuiría y se contribuiría a la conservación del ecosistema marino. Por esta razón, agregamos este tema a nuestra investigación”, explica Loperena.
Por su parte, Lupo resalta que con este objetivo están buscando bacterias y hongos filamentosos del género mortierella, además de thraustochytridos –chromistas– ya que son fáciles de cultivar.
Estadía en la base Artigas
El Instituto Antártico lleva a los investigadores en el avión Hércules de la Fuerza Aérea hasta la ciudad de Punta Arenas. Cuando las posibilidades del tiempo lo permiten, cruza hacia la base antártica chilena, ubicada en la isla Rey Jorge, y desde ese lugar los trasladan hasta la base Artigas. “Allí, convivimos cerca de cinco días con la dotación y otros científicos, ya que hay varios proyectos en funcionamiento. Vamos una vez por año, en verano, que es la época de visita: de diciembre hasta abril. La base tiene un edificio para los investigadores. Siempre que hemos ido, el trato, la atención y la convivencia ha sido muy cordial”, destacan las investigadoras.
El Tratado Antártico establece el protocolo que se debe seguir para realizar las actividades de investigación. “Las investigaciones tienen que desarrollarse en un marco especial. Si se quieren tomar muestras en zonas declaradas ambientalmente protegidas o manejadas, el Instituto tiene que autorizarlo y verificar que no se dañe el medio ambiente”, sostiene el encargado de coordinación científica del Instituto Antártico Uruguayo, Juan Abdala.
“Tenemos que mandar antes un protocolo y el Instituto lo tiene que aprobar. Reportamos las personas que concurrirán, las actividades que se realizarán y los tipos de muestras que se tomarán. Hay que interactuar lo menos posible con el medio para asegurar que la actividad no tenga un impacto ambiental”, explican Loperena y Lupo.
“Se puede ir caminando a tomar las muestras que están cerca de la base, coordinando previamente. Si no, se sale en general acompañado y con una radio porque si uno se aleja en ese clima y en un territorio que no conoce, puede ser peligroso. Siempre hay que ir acompañado por alguien de referencia. Ellos nos llevan al lugar y se coordina con otros científicos para optimizar”, cuentan las investigadoras, y afirman que tomar muestras es complicado porque hay que evitar que se contaminen. “Usamos materiales estériles para colectar y guardar las muestras. Estamos con un equipo de frío, cargando cosas y peleándonos contra el viento y la nieve. No es tan simple como parece (risas)”.
Por su parte, Abdala destaca el vínculo que tiene el Instituto Antártico con los investigadores: “Hace más de diez años, con la visita a la Antártida de María Simón y Ricardo Ehrlich (ex decanos de las facultades de Ingeniería y Ciencias, respectivamente) empezamos a involucrar formalmente al sistema científico universitario. Recuerdo que cuando Ehrlich llegó, dijo: ‘Esto es un gran laboratorio para todos nuestros jóvenes’. A partir de ese momento, comenzamos un proceso de diálogo con el sistema científico y tecnológico, que pensamos seguir desarrollando”, concluye.

06 junio 2010

Área Protegida en inmediaciones de Base Científica Artigas y futura base continental

5 de junio, 2010
fuente: presidencia.gub.uy

Instituto Antártico Uruguayo: Promueven instalación de un Área Protegida en inmediaciones de Base Científica Artigas

En las bases uruguayas Artigas y Ecare ubicadas en Isla Rey Jorge y Península Antártica se registra una considerable circulación de turistas que sobrecargan el ambiente. Asimismo, los especialistas señalan interferencias de proyectos científicos que ocasionan duplicaciones. La creación de una nueva base científica en costas de la Antártica continental resultaría fundamental para asegurar la participación uruguaya en el ámbito científico.
"El continente Antártico, los mares Australes y la zona de convergencia constituyen un área del planeta de interés científico para el Uruguay, con oportunidades de investigación de fenómenos, sistemas y procesos que la constituyen en un laboratorio de la Humanidad vinculada directamente a nuestro país".
La afirmación pertenece al presidente del Instituto Antártico Uruguayo, C/A Leonardo Alonso, y fue realizada en el Seminario "La Antártida como Política de Estado" que tuvo lugar el pasado 29 de abril en la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes.
El jerarca recordó que nuestro país estuvo vinculado históricamente desde su pasado colonial, en donde el Apostadero Naval de Montevideo constituía el "umbral" al continente Austral. "Hoy se mantiene el interés no solo en su carácter científico sino además por su valor estratégico y geopolítico, intereses económicos y vínculos geográficos y oceanográficos. Lo que sucede en la región Antártica incide y repercute directamente sobre nuestro territorio", afirmó. Indicó que "el valor de la Antártida para Uruguay está dado por ser una fuente muy importante de recursos como el agua dulce, los recursos vivos y no vivos como los minerales y la riqueza de los valores estéticos y culturales explotados actualmente en forma medida como el turismo antártico".
En otro tramo de su alocución, C/A Alonso, explicó que para cumplir con el Tratado Antártico, nuestro país mantiene una presencia permanente y desarrolla investigación científica mediante la operación de la Base Científica Antártica "Artigas" (BCAA) en la Isla Rey Jorge dentro del Área del Tratado Antártico durante todo el año y en el verano austral, dependiendo de los recursos, los medios y la meteorología, también a través de la Estación Científica Antártica "T/N Ruperto Elichiribehety" (ECARE), en Bahía Esperanza, en el continente.
Uruguay está presente en la Antártida con la Base Artigas, en la isla Rey Jorge, desde 1984 y con la Estación Científica ECARE, en la propia península, desde 1997. En la actualidad, la operativa allí está restringida debido a limitaciones de carácter presupuestal. En tanto, en la Base Artigas se desempeñan ocho funcionarios, entre personal civil y militar, número que se incrementa a 20 personas durante el verano.
El expositor señaló que "para sustentar esta participación uruguaya de forma activa, continua y autónoma, con el fin de preservar futuros derechos en la Antártida, se requiere del desarrollo de actividades científicas de interés nacional y logísticas de apoyo, siguiendo recomendaciones científicas del Comité Científico de Investigación Antártica (SCAR) y guías operacionales del Consejo de Programas Antárticos Nacionales (COMNAP), las cuales son cumplidas con los medios propios de las Fuerzas Aérea y la Armada Nacional".
El C/A Alonso se refirió a que nuestro país logró, a partir del año 1985, el carácter de Parte Consultiva del Tratado Antártico y mantiene, desde entonces, esa calidad, mientras demuestre su interés en la Antártida mediante la ejecución de investigaciones científicas importantes, el establecimiento de una estación científica o el envío de expediciones también de carácter científico.
"Al adherirse al Tratado Antártico, el Uruguay ha manifestado su interés y la voluntad de reservar los derechos que en un futuro pudieran corresponderle en la Antártida acorde al Derecho Internacional, sin tener aspiraciones de oponer títulos soberanos sobre su territorio", apuntó.
Entre el 3 y el 14 de mayo se realizó en Punta del Este, y por primera vez en nuestro país, la XXXIII Reunión Consultiva del Tratado Antártico. El evento contó con la presencia del Presidente de la República, José Mujica (ver nota). El mismo es un foro que regula y administra lo relativo al Área del Tratado, decidiendo en base al consenso el marco jurídico, político, científico y técnico en el que se deben desarrollar las actividades.

Tercera Base Científica

En la conferencia del C/A Alonso, en el anexo del Palacio Legislativo, estuvieron presentes, entre otros, legisladores y autoridades del Instituto Antártico y del Ministro de Defensa Nacional. En esa oportunidad enumeró lo que definió como los "lineamientos generales sobre los objetivos materiales estratégicos de largo, mediano y corto plazo". Éstos -apuntó-, "se encuentran condicionados únicamente por la disponibilidad de recursos suficientes". En la nómina figura el acondicionamiento de la ECARE para trabajos científicos de verano. En ese sentido, el titular del IAU relató que esa Estación Científica permaneció cerrada desde el año 2001 por problemas presupuestales. "Es de vital importancia poder concretar su reapertura y comenzar con los trabajos de investigación científica, no solo por la necesidad estratégica de operar en el Continente, sino también porque nuestro compromiso con el Sistema Antártico nos exige no mantener instalaciones inoperantes". El funcionario solicitó la modernización y ampliación del parque de tanques de combustible de la Base Artigas, la ejecución de expediciones científicas en plataformas navales, la modernización de sistemas de generación mediante fuentes de energía alternativas (eólica) y la sustitución y reparación mayor de edificios de la Base Artigas. Otras dos inquietudes planteadas por el C/A Alonso refieren al establecimiento de un Área Protegida especialmente administrada en las inmediaciones de la referida Base. Esto -justificó-, "obedece a la necesidad de contar con un plan de gestión adecuado que mitigue la interferencia de otros programas científicos con aquellos desarrollados por el Programa Antártico Nacional, y a su vez, permita regular la circulación de los turistas que, en aumento, pueden interferir con esos programas".
El establecimiento de una Base Científica permanente en la costa de la Antártida Continental, fue otro punto de los que el C/A Alonso puso énfasis. "En la Isla Rey Jorge, donde está localizada la Base Artigas, y en la Península Antártica, donde se encuentra la ECARE, se está dando, a partir de su mayor accesibilidad con medios navales y aéreos modernos, el creciente fenómeno de saturación de actividades mediante la proliferación de bases y la influencia cada vez mayor de turistas". Esto ocasiona una carga sobre el Medio Ambiente así como el agotamiento de los proyectos científicos a realizar por la duplicación de temas estudiados y las interferencias mutuas sobre los abundantes programas. "Las interferencias provocadas por el creciente turismo conducirán al establecimiento de áreas protegidas", vaticinó.
"Este escenario impulsa la necesidad del establecimiento de una nueva base científica antártica en la costa de la Antártida Continental, de forma de asegurar la participación uruguaya en el ámbito científico de cooperación sobre las bases de las capacidades nacionales, el principio de autonomía y las recomendaciones operacionales". El C/A Alonso advirtió que "el establecimiento de la Base Científica de la Antártida Continental deberá materializarse antes de que los avances tecnológicos permitan a los países más desarrollados, comenzar la extracción de recursos minerales antárticos de manera rentable y a la vez compatible con la protección del Medio Ambiente".
A modo de reflexión, el responsable del IAU dijo que hasta el año 2009 el gasto de combustible representaba casi el 80% del presupuesto del Instituto Antártico. Elevados costos de insumos y repuestos, como por ejemplo la oruga para un Carrier (vehículo todo-terreno que se desplaza por la nieve y que transporta personas y cargas livianas) a un costo de 40.000 dólares, hacen de esta actividad algo realmente oneroso. La construcción de ocho tanques de combustible para sustituir los actuales, permitirán autonomía, capacidad de stock suficiente y la operativa de descarga buque-tierra y trasvase más seguro y rápido. Admitió que "una dotación permanente de ocho personas resulta insuficiente. El refuerzo presupuestal asignado para los años 2009-2010 con el fin de atender la organización de la RAPAL y ATCM y la definición que ese incremento pase a formar parte, en forma permanente, de la asignación presupuestal anual, a partir de 2011, dan un poco de aire para atender una actividad cada vez más demandante en el área logística, científica, operacional y para inversiones".
En los tramos finales de su alocución el C/A Alonso planteó una interrogante. "¿Por qué la mayoría de los países que son potencias mundiales están dentro del sistema, se preocupan por mantenerse, invierten, investigan, sus buques científicos permanecen durante meses en el área y por qué muchos otros países también de primer nivel quieren ingresar y no lo han logrado aún?
A lo que respondió que "los Estados hacen el esfuerzo para mantenerse dentro del Sistema del Tratado, obtener el máximo de información, generar conocimiento a través de los proyectos científicos que les permitan el día de mañana, estar bien posicionados a la hora de extraer recursos vivos y no vivos dentro del continente antártico".

02 junio 2010

Rosadilla: acuerdo de cooperación antártica entre Uruguay y Argentina



2 de junio, 2010
Fuente: Presidencia.gub.uy

Ministro Luis Rosadilla     

Argentina y Uruguay crearon Comisión bilateral sobre asuntos de defensa nacional

El Secretario de Estado anunció que viajará a la República Argentina antes del 24 de junio para suscribir un acuerdo sobre cooperación logística en Misiones de Paz y en el marco del Tratado Antártico. En noviembre, Uruguay participará en la 9ª Conferencia de Ministros de Defensa, en San Cruz de la Sierra, Bolivia. Afirmó que la defensa es una cuestión nacional, que integra a la ciencia, la tecnología y la producción.
El Ministro de Defensa Nacional, Luis Rosadilla, anunció que suscribió un acuerdo con su par de la República Argentina, Nilda Garré, instancia que es parte de la reformulación de la política exterior nacional.
El tal sentido, se creó una Comisión bilateral de diálogo permanente y con una agenda establecida, con el objetivo de intercambiar capacidades entre los dos países, sobre la base de conceptos comunes.
Anunció que espera firmar en la República Argentina, antes del 24 de este mes, un acuerdo marco sobre cooperación logística en materia de Misiones de Paz y del Tratado Antártico.
Los acuerdos firmados tienen entre sus puntos de referencia, el fortalecimiento de los ministerios de Defensa Nacional de ambos países; la cooperación entre ejércitos; acciones conjuntas en misiones de paz y apoyo en casos de desastres y catástrofes.

Palabras del Ministro de Defensa Nacional, Luis Rosadilla, en el Centro de Visitantes de la estancia Presidencial de Anchorena, Colonia

Ministro Luis Rosadilla: Buenas tardes. En la tarde de hoy hemos suscripto un acuerdo con el Ministerio de Defensa de la República Argentina, que está inscripto en una serie de acuerdos, declaraciones y trabajos que el Ministerio de Defensa viene realizando en múltiples países, en una formulación nueva o una reformulación de su política exterior.
Este acuerdo básicamente construye una Comisión bilateral de diálogo permanente, con una agenda establecida, con propósitos establecidos, con tiempos también establecidos a los efectos de ir combinando, coordinando, potenciando, intercambiando capacidades que nuestros países tienen, necesidades que nuestros países tienen, acciones que nuestros países desarrollan en el ámbito de la Defensa, sobre la base de conceptos comunes.
Hemos establecido con claridad para todas nuestras contrapartes, que nuestro país no reconoce, no tiene enemigos en el mundo, que nuestra política en materia de relaciones internacionales en defensa se debe guiar por intereses comunes, por objetivos comunes, por posibilidades de complementación. Y a partir de allí por acciones concretas en la materia, tanto de cooperación material, como cooperación en formación de recursos humanos.
Este acuerdo marco con la República Argentina recoge esos conceptos, los establece con toda claridad y a nuestro juicio es altamente beneficioso este acuerdo genérico. Además ya tenemos en marcha, al menos, dos acuerdos específicos, que tenemos a estudio. Esperamos firmar antes del 24 de este mes, en la República Argentina, la que visitaremos brevemente en torno al 15 de este mes por varios aspectos y esperamos tener pronto allí para firmar el acuerdo específico sobre cooperación logística en materia de Misiones de Paz y del Tratado Antártico para poner un solo ejemplo de lo que se desprende de este acuerdo marco.
Por lo tanto, creemos que es un paso bien importante que hemos dado, que habilita para algo que es imperioso que nuestras naciones combinen y que rápidamente irá teniendo formas prácticas de aplicación. Reitero, antes del 24 de junio suponemos que uno de los acuerdos estará firmado y si podemos también el segundo en materia de intercambio en relación a formación académica en materia de defensa.
Es todo lo que tengo para comunicarles y si hay preguntas a las órdenes.

Periodista: Ministro, hace un rato nada más cuando estaban los Presidentes haciendo la declaración, la Ministra de Defensa argentina, habló de capacitación a civiles también, además de a militares, ¿a qué se refería con respecto a los civiles?

Ministro: Bueno, como ustedes presuntamente conocen, en toda América y en Uruguay en particular también hemos venido insistiendo y hemos construido una Ley de Defensa, que arroje el para siempre de que la defensa es una cuestión exclusiva o principalmente militar. La defensa es una cuestión nacional y lo militar siendo una cuestión esencial, intrínseca, la defensa no lo es en su todo, ni especialmente, ni esencialmente. Es un componente militar el de la defensa, pero no lo es todo.
Lo voy a decir muy gráficamente. Para muchas personas que funcionan en las instituciones políticas, cuando piensan o se imaginan o de alguna manera tienen la figura del Ministerio de Defensa, lo hacen pensando en un funcionario militar con un fusil en bandolera y la defensa en su concepto moderno es muchísimo más que eso.
Ese soldado con el fusil en bandolera es muy importante, extremadamente importante y hay que respetar esa función. Pero la defensa, es muchísimo más amplia que eso. Por lo tanto, si ustedes, y lo leo brevemente, hacemos un repaso de los puntos que están inicialmente y no agotan este dialogo. Tenemos el dialogo político estratégico que impone saber que posición tenemos en el Consejo Sudamericano de Defensa. Como vamos a formular nuestras acciones encarando la 9ª Conferencia de Ministros de Defensa que se llevará a cabo en noviembre, en San Cruz de la Sierra, en Bolivia.
Como estamos cada uno de nuestros países realizando nuestro dialogo estratégico en defensa con los principales países referentes de la región y del mundo. El segundo punto, es el fortalecimiento del Ministerio de Defensa y la capacitación civil de la defensa. Y bueno, aquí daré una explicación primaria. La defensa excede pero con mucha longitud, más allá de la situación actual el concepto excede el estamento exclusivamente militar.
El tercer punto, cooperación con inclusión de ejercicios nacionales, acciones conjuntas en operaciones de paz, que incluyan capacitación, formación, desarrollo de doctrinas también en materia de acciones de paz bajo el marco de las Naciones Unidas. Formación y capacitación, con actividad académica, ya me había referido a eso.
Ciencia, tecnología y producción en materia de defensa. Esto es tremendamente importante. Algunos de ustedes estuvieron, luego de 8 o 10 días -después de asumir el Ministerio-, en la presentación de un plan quinquenal en materia de defensa y pusimos hincapié en este tema.
No habrá ningún elemento que durante estos cinco años en materia de defensa, no se exprese como una política que no tenga integrado esencialmente y comprometido esencialmente, la ciencia, la tecnología y la producción, combinado con la defensa. Entre ellos, me refiero muy especialmente y hoy hemos avanzado, aunque todavía no con la República Argentina, exclusivamente, en un aspecto muy importante de esto, que en materia de energía.
Apoyo a la comunidad en caso de desastres y catástrofes. Compartimos muchas cosas y vaya si con un país vecino como la Argentina debemos tener capacidades combinadas para enfrentar desastres y catástrofes. Y el apoyo a la actividad Antártica, que compartimos con la República que también es un punto que debemos fortalecer especialmente. Y a eso que nos estamos refiriendo cuando decimos que quizás antes del 24 de junio, estamos casi en condiciones de firmar, no lo firmamos hoy por una cuestión de prudencia- un acuerdo específico en materia de combinar y fortalecer nuestras capacidades logísticas de transporte a la Antártida, a eso nos estábamos refiriendo. 

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