Publicado en el Semanario BÚSQUEDA - Jueves 13 de mayo de 2010 - Pág. 39
Autoridades advierten sobre la precariedad del Programa Antártico uruguayo; investigación científica en la Base Artigas aporta "poco"
El problema es que Uruguay encuentra dificultades económicas para desarrollar sus cometidos en la Antártida, hace falta una "política de Estado" al respecto y su programa científico es "la mayor debilidad", según especialistas.
Rosadilla destacó que en la base uruguaya de la Antártida hay "seriedad» prolijidad y esfuerzo aún en medio de tremendas carencias".
Hasta el año 2009, el gasto total por concepto de combustible para el Instituto Antártico Uruguayo (IAU) representaba casi el 80% del presupuesto anual. Los uruguayos que trabajan allí debieron afrontar elevados costos de insumos, como por ejemplo, un repuesto de una oruga averiada —medio de transporte imprescindible en el escenario antártico— a un precio de 40.000 dólares, informó el contraalmirante Leonardo Alonso, presidente del consejo directivo del Instituto Antártico Uruguayo (IAU).
Según Rosadilla la Antártida se maneja con un "presupuesto increíble" por lo reducido y "el resto lo pone la voluntad, la inteligencia, la capacidad y el esfuerzo".
Para cumplir con el Tratado Antártico, Uruguay mantiene una presencia permanente en este continente y desarrolla investigación científica durante todo el año en la Base Científica Antártica Artigas, en la isla Rey Jorge.
El país también tiene la Estación Científica Antártica Tenientede Navío Ruperto Elichiribehety (Ecare), ubicada en el continente y utilizada para trabajos científicos de verano. Esta base ha permanecido cerrada desde el año 2001 por problemas de presupuesto, expresó Alonso. Calificó como "de vital importancia" lograr la reapertura y retomar la actividad científica allí.
"El establecimiento de la Base Científica en la Antártida Continental deberá materializarse antes de que los avances tecnológicos permitan a los países más desarrollados comenzar la extracción de recursos minerales antárticos de manera rentable y, a la vez, compatible con la protección del medioambiente", explicó Alonso.
Pero no se trata sólo de una necesidad estratégica. El compromiso que asumió Uruguay señala que no podrá mantener instalaciones inoperativas. Éstas se deben desmantelar y retirar del área. Alonso advirtió que retirar la base del área es "mucho más costoso que su reapertura".
En la Base Artigas, "la actividad científica se encuentra saturada, con duplicidad de proyectos, que están contribuyendo al conocimiento nacional y a la formación práctica de investigadores, pero poco aportan al conocimiento científico internacional", afirmó Alonso.
• Ciencia. Uruguay podrá seguir participando como miembro consultivo del Tratado Antártico mientras demuestre su interés en el continente mediante el trabajo en investigaciones científicas, el establecimiento de una estación científica o el envío de expediciones también de carácter científico.
Alonso comentó que en los últimos años las pautas sobre las estrategias a seguir en la Antártida las han marcado las naciones más desarrolladas que integran el Tratado Antártico.
"Pretenden establecer requisitos orientados por criterios restrictivos, de alta especializaron operativa, tecnológica y científica, recomendando y promoviendo tecnologías, equipos y sistemas onerosos y difíciles de acceder para programas pequeños", informó.
"La mayor debilidad que hoy tiene el Programa Antártico Uruguayo es el Programa Científico" destacó Juan Abdala, licenciado en oceanografía biológica y miembro del consejo directivo del IAU en representación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
El especialista aclaró que existen muy buenos proyectos pero no hay un programa. Hace falta fortalecer el Programa Científico Antártico y comenzar a hablar de "política de Estado en ciencias".
"La única política de Estado en ciencias es la de los Fondos Concursables; todo lo demás son variaciones, instrumentos que se pueden diseñar, cambiar, según la coyuntura", dijo Abdala. Agregó que los Fondos son "lo único que va a permanecer en el tiempo".
El representante del MEC informó que para consolidar el área hay un acuerdo entre la Agencia Nacional de Investigación o Innovación (ANII) y el Ministerio de Defensa Nacional para asignar fondos para que concursen proyectos.
'Pero todo esto lleva un proceso que necesita de una continuidad", agregó Abdala.
Las instituciones que participan de la investigación científica en la Antártida son la Facultad de Ingeniería, la Facultad de Ciencias, el Instituto Clemente Estable, el Servicio de Oceanografía de la Armada, el Servicio Geográfico Militar y la Facultad de Medicina.
"Son una clara muestra de que hay una actividad científica seria", dijo Abdala.
"Las carencias con que se ha desarrollado la actividad de nuestro país nos avergonzaron", sostuvo Rosadilla. Más allá de las debilidades, Uruguay ha logrado una "buena consideración internacional". Esto sucede "por el esfuerzo de un puñado de técnicos, quienes desafiando y hasta enfrentando contrariedades, han logrado mantener encendida la luz. Este trabajo nos compromete y nos obliga a hacerlo", opinó.
• Recursos acuáticos. La parte menos conocida de la Antártida son los mares y océanos que rodean al continente y que están bajo la órbita del Tratado Antártico, señaló Oscar Pin, representante de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara)
"La presencia menos conocida de nuestro país en la Antártida es la actividad de pesca en aguas subantárticas y antárticas dentro del área de jurisdicción de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (Crvma)", dijo Pin.
Allí las unidades pesqueras nacionales y buques mercantes pesqueros realizan una actividad productiva, ya que la pesca tiene características muy especiales. Se utilizan pesqueros de gran porte, que tienen un alto costo de armado y requieren una autonomía de navegación en la Antártida de por lo menos tres meses.
"Esta actividad tiene una doble faceta de importancia", expresó Pin.
La pesca es una de las pocas actividades productivas autorizadas y reguladas en la Antártida. El otro aspecto de esta actividad productiva de explotación pesquera es el científico. En cada pesquero existe un observador científico nacional y otro internacional —asignado por la Crvma—que recaban información en tiempo real.
"Todos esos datos constituyen la fuente más confiable de información sobre oceanografía y el ecosistema marino antártico que existe en el mundo", destacó Pin.
Uruguay cumple con este relevamiento de información y en el trabajo participa la Dinara.
"Nosotros lo hacemos como una demostración de que Uruguay tiene la intención de compartir su conocimiento en la Antártida y de seguir actuando dentro del sistema del Tratado Antártico", comentó Pin.
•"Envidiado". Abdala opinó que existe una buena coordinación de operativa y logística con las Fuerzas Armadas.
En este aspecto el consejo directivo del IAU, es de alguna manera envidiado por los programas, en especial de los países vecinos", señaló Abdala. Argentina, Chile y Brasil no lo tienen "por un tema de dimensión".
"Hasta la fecha, la presencia de Uruguay en la Antártida está basada en tres puntos: la adhesión al Tratado Antártico, el establecimiento de una base territorial —la Base Artigas— y la presencia de unidades pesqueras nacionales", concluyó Pin.
•Comisiones. Desde la Cámara de Representantes se manifestó la voluntad de crear una comisión para tratar el tema de la Antártida.
Ésta deberá "informar, proyectar y eventualmente legislar sobre intereses uruguayos en la Antártida", afirmó el diputado oficialista Rubén Martínez Huelmo.
Si bien las propuestas apuntan a generar avances, en la legislatura pasada ya funcionó durante dos años la Comisión Especial de Asuntos Antárticos con el mismo objetivo.
Rosadilla presidió esa comisión y dijo que hubo "buen clima pero cero resultados".
El ministro relató que cuando estuvo más cerca de irse del Parlamento fue cuando le negaron USS 20.000 al Instituto Antártico Uruguayo para ir a un congreso.
"Cuando uno piensa en estos temas en principio cree que puede haber mala voluntad o desinterés. La verdad es que no hay ni mala voluntad ni desinterés previo. Lo que no existe es conciencia profunda, formación profunda de los conceptos, posibilidades y potencialidades que están en juego cuando hablamos de una política de Estado para la Antártida", sostuvo el ministro.
Todos los años, los miembros adherentes al Tratado Antártico se reúnen con el fin de intercambiar información, consultarse mutuamente sobre asuntos de interés común relacionados con la Antártida y formular, considerar y recomendar a sus gobiernos medidas para promover los principios y objetivos del Tratado, Este foro es denominado "Reunión Consultiva del Tratado Antártico" y este año se está realizando en Punta del Este (comenzó el lunes 3 de mayo y finalizará este viernes 14).
El Tratado Antártico es un marco jurídico para regular las relaciones entre sus partes sobre los presupuestos básicos de la paz y la investigación científica en régimen de cooperación.
Pero además de los propósitos originales de uso pacífico del área y de libertad de investigación científica bajo régimen de cooperación, se suman ahora los de protección del medioambiente antártico, la explotación selectiva de recursos antárticos, el desarrollo de nuevas actividades —como el turismo y actividades no gubernamentales—y la difusión de los valores intrínsecos de la Antártida, su vida silvestre y sus valores estéticos, explicó el capitán de navío Ricardo Young, coordinador general del Comité Organizador de la XXXIII Reunión Consultiva del Tratado Antártico.
El Tratado entró en vigencia el 23 de junio de 1961. En la actualidad son parte de él 48 Estados —28 son miembros consultivos y 20 miembros adherentes.
Los miembros consultivos, como Uruguay desde 1985, son aquellos que adquirieron el status de consultivos por demostrar el interés por la Antártida mediante el desarrollo de investigaciones y el establecimiento de una estación científica, por ejemplo.
En cambio, los Estados adherentes, participan de las reuniones consultivas, pero su opinión no es tenida en cuenta en casos en los que se necesita un consenso para tomar decisiones.
"Bajo esa regla, Uruguay tiene la garantía de que no se le impondrá ninguna decisión que afecte sus intereses esenciales mientras esté presente en el sistema y participe en la toma de decisiones, con voz, voto y veto en ese foro de gobierno y administración del continente Antártico en iguales condiciones que las demás partes o Estados miembros", señaló Young.
El presidente del Instituto Antártico Uruguayo (IAU). Leonardo Alonso, aseguró que "concretar acciones" va a permitir mantener al país dentro de este grupo de privilegio para consolidar los derechos adquiridos.
• Negociación, los países grandes hacen sentir su voz en cada reunión anual.
Existe una "imposición de hecho", comentó a Búsqueda Juan Abdala, licenciado en oceanografía biológica y miembro del consejo directivo del IAU en representación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
A medida que los grandes países exigen mayores medidas de conservación y seguridad, a los pequeños se les hace más difícil afrontar el gasto.
"Levanta el centro Nueva Zelanda, cabecea Australia, la para con el pecho Gran Bretaña y hace gol Estados Unidos, y vos te quedaste mirando", comentó Abdala.
Las nuevas bases de los países con más recursos son ambientalmente amigables y utilizan, por ejemplo, energía eólica, expresó Abdala. Si bien no es aún un requisito restrictivo, "se va en camino". La base uruguaya se abastece por completo con gasoil.
Intereses. Noruega inspeccionó bases científicas en la Antártida y comunicó en la Reunión de Punta del Este que encontró poca actividad científica.
Abdala opinó que este hecho muestra el interés político y el uso de las bases científicas como una "excusa".
"La Antártida no sólo es el último continente y el menos conocido sino que también, desde muchas ópticas, es la última fuente de recursos que tendrá la humanidad en el futuro y la última oportunidad para investigar un ecosistema con poca alteración por la acción humana. Debemos tener presente que la Antártida es el último ecosistema que queda parecido a los que tenia nuestro planeta originalmente", destacó Oscar Pin, representante de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara).
Por ejemplo, uno de los principales recursos explotados es el kril. Este crustáceo es considerado como la fuente de proteínas naturales más importante y más abundante que existe del mundo, comentó Pin.
Se calcula que entre los años 2048 y 2050 la mayoría de los recursos pesqueros del mundo, tanto de agua dulce como de agua salada, van a colapsar debido a la explotación excesiva que se está llevando a cabo en muchos lugares.
"En el futuro, el kril será la fuente de proteínas más grande y renovable que el ser humano podrá explotar en forma racional. Estos son pincelazos que nos señalan la importancia relativa que tiene la Antártida", destacó Pin.
EI valor de la Antártida para Uruguay está dado por ser una fuente muy importante de recursos, como el agua dulce, los recursos vivos y no vivos —como los minerales— y la riqueza de los valores estéticos y culturales explotados actualmente en forma medida, como el turismo
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