Editorial de Copos de Nieve Nº 45 - Abril 2015
En marzo de 2015, comenzó un nuevo período de gobierno democrático y en los próximos meses todos los organismos del Estado, estarán dedicados a la lucha por la conquista de una tajada de presupuesto para el quinquenio que viene. Eso significa que muchos de los proyectos que venían en curso, queden sin financiación y que otros, encuentren su momento y prosperen.
Eso es lo normal y nos alegramos por las nuevas ideas que logren desarrollarse, pero a la vez, creemos que no está bien que las cosas que venían en proceso y que para concretarse necesitan continuidad, queden a medias.
El tema Antártida, no parece ser atractivo para los gobernantes, pues es una actividad costosa, que genera gastos y sus resultados, no se ven enseguida.
Si pensáramos con una visión estadista veríamos que apostar a la consolidación de una posición estratégica en el escenario de la Antártida y el Océano Atlántico Sur, puede generar ingresos económicos, además de crecimiento intelectual y cultural, tan necesarios para desarrollarse en la sociedad global del Siglo XXI.
En las páginas de esta edición número 45, transcribimos algunas notas publicadas en los medios, que ponemos como ejemplo y que hablan de falta de recursos para desarrollar aplicaciones que podrían tener valor comercial y usos tecnológicos concretos en nuestro país…
Es una pena que existan iniciativas así y queden postergadas por falta de apoyo.
Esto que mencionamos, no es nuevo. Desde la creación del Instituto Antártico del Profesor Musso en 1968, hemos visto que se planteaban iniciativas que podrían implementarse con beneficios para el país, pero que siempre, quedaron en planes, por falta de recursos o por falta de apoyo…
Es admirable, que a pesar de esa falta de visión estratégica, igualmente se haya concretado el ingreso del Uruguay al Tratado Antártico y se hayan establecido y se mantengan funcionando las dos bases antárticas con todo el apoyo logístico que eso conlleva.
Pero ¿de qué sirve tener esas plataformas instaladas si no se les saca provecho?
Pongamos como ejemplo, la captura del krill que se efectúa por países como Noruega, que emplea nuestros puertos para recalada de sus barcos y nuestro territorio para procesar la materia prima que luego se la llevan y la venden en el mundo. O los laboratorios internacionales que han financiado parte de algún proyecto de investigación y que luego fabrican cosméticos o medicamentos a partir de estudios que realizaron en nuestras bases.
Ni que hablar de la Pesca en latitudes antárticas, a la que como miembros de la Convención (CCRVMA) tenemos derecho a explotar, pero que por conflictos sindicales o por falta de apoyo estatal, no se explota, perdiéndose ingresos millonarios que contribuirían a la soberanía alimentaria y al progreso de nuestro país…
Ojalá en este nuevo gobierno, prosperen las iniciativas de largo alcance. Que no se queden nuestros gobernantes contemplando solo las necesidades inmediatas, sino que apuesten a lo estratégico y planifiquen y ejecuten. con visón amplia.
Es mucho lo que se podría obtener si los uruguayos tomaran conciencia de las posibilidades que tenemos. El Estado debe asignar las partidas presupuestales necesarias, para asegurar la continuidad de lo logrado y apostar a consolidar una presencia marítima y antártica, que no solo sea logística, sino que contemple lo científico y lo cultural, única manera de crecer como nación y de generar riquezas, que luego puedan ser distribuidas a toda la población.
Cnel (R ) Waldemar Fontes
Presidente de Antarkos
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Copos de Nieve
Editado por Albatros con el auspicio de la Asociación Civil Antarkos
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